Las principales patologías del suelo pélvico suelen ser causadas por un exceso o falta de tono, coincidiendo en ambos casos con una falta de propiocepción del suelo pélvico por parte de nuestros pacientes.

Pero ¿cómo puede ayudar la práctica de yoga a nuestro suelo pélvico?

El suelo pélvico en Yoga se trabaja fundamentalmente a través de la toma de conciencia, la activación y la relajación. La práctica de yoga, a través de las posturas (asanas), de los ejercicios respiratorios (pranayama) y de los cierres energéticos (bandhas) despierta de manera natural la conciencia de nuestro suelo pélvico.

Las ASANAS son las posturas físicas que se practican en yoga, siendo necesario para ellas la estructuración, alineación, control y activación de las estructuras musculoesqueléticas, activación de todas las cadenas musculares y la toma de conciencia del suelo pélvico.

Los PRANAYAMAS son los ejercicios respiratorios que toman conciencia de nuestra inspiración y espiración, teniendo en cuenta el diafragma respiratorio y en consecuencia, el diafragma pélvico.

Los BANDHAS se sitúan en los diafragmas pélvico, abdominal y vocal, siendo los cierres energéticos. El Mula Bandha es uno de los principales bandas y se sitúa en el suelo pélvico. La activación de este bandha nos ayudará al control de la musculatura del suelo pélvico, tanto en la activación o tonificación como en la relajación, siendo necesario para prevenir y tratar las disfunciones de la espera pélvica.

Tanto en las asanas, como en las pranayamas, está presente el Mula Bandha por lo que la práctica de Yoga nos dará un nivel de conciencia mayor de nuestro suelo pélvico desde la activación y/o relajación.

Así la práctica de Yoga es una disciplina ideal, como complemento de la terapia o como medida de prevención, para tener una buena propiocepción y tono de toda la musculatura de nuestro suelo pélvico y CORE.

Cristina Salar

Doctora en Fisioterapia

Especialista en Suelo Pélvico y Yoga Terapéutico