¿Sabes qué es el «knack perineal»?

¿Sabes qué es el «knack perineal»?

Ahora que las redes nos ofrecen miles de opciones para realizar ejercicio en casa… y en muchos de ellos se hacen esfuerzos que pueden ocasionar pérdidas de orina…toma nota.

Os vamos a explicar el “knack perineal” , el mejor truco para evitar pérdidas de orina, con el que podemos proteger nuestro suelo pélvico ante aumentos súbitos de la presión intraabdominal, como toser, reír, estornudar o cargar peso.

La técnica del knack consiste en una contracción fuerte y voluntaria de tu suelo pélvico antes de los esfuerzos, antes de los aumentos de la presión intra abdominal que se producen de manera brusca y repentina, con el objetivo de proteger los músculos del suelo pélvico y evitar a la larga debilitamientos, incontinencia urinaria o prolapso, es decir, descensos de órgano pélvico.

Aquellas mujeres y aquellos hombres que sufren incontinencia urinaria, dificultad para contener los gases o las heces habrán comprobado cómo, con la tos, la risa o los estornudos, esas pérdidas suelen aparecer, de ahí que exista la técnica del knack, con el objetivo de evitar las pérdidas de orina y compensar la presión que está sufriendo el suelo pélvico.

Cuando todo funciona adecuadamente, transverso, diafragma y suelo pélvico funcionan en equipo y van a una cuando se produce un aumento de presión, es decir, al toser nuestro transverso se activa y nuestro suelo pélvico también se activa 

No podemos olvidar que la técnica del knack es una técnica voluntaria y que lo ideal es que se realice una rehabilitación abdomino pélvica, es decir, unos ejercicios para coordinar tu transverso y tu suelo pélvico, así como tu diafragma por parte de un fisioterapeuta, de forma que con el aumento de tu musculatura y la automatización de dicha sinergia ya no sea necesario que pienses en realizar el “knack” antes de cualquier esfuerzo.

Sin embargo, en esta situación en la que muchos habréis comenzado un plan de entrenamiento y percibís pérdidas de orina ante el esfuerzo, la tos o el estornudo, la técnica del knack perineal nos puede ayudar en esos primeros momentos en los que todavía no vemos los beneficios del entrenamiento constante.

Nuestro objetivo es que automatices un mecanismo que tenemos de forma natural pero que por diversos motivos se va perdiendo.

Para ello te damos 4 puntos importantes que debes tener en cuenta antes de hacer un esfuerzo, levantar peso, estornudar, toser…

  1. Autoelongación,
  2. Pelvis neutra antes y durante el esfuerzo,
  3. Contracción fuerte de tu suelo pélvico y cierre de tus orificios perineales (como si quisieras aguantar el pipí o un gas)
  4. Coactivación de la musculatura del core, a través del transverso del abdomen (metiendo el ombligo hacia dentro y hacia arriba como si no te estuviera un pantalón y quisieras cerrarte la cremallera)

Antes de practicar esta técnica ante el esfuerzo es conveniente que lo practiques en una situación de relajación para luego incorporarla al esfuerzo. 

Por ejemplo, puedes contraer fuertemente 1 segundo, relajar 5 segundos y repetir 10 veces este tipo de contracción.

Es muy importante dejar ese tiempo para relajar, si no, lo que vamos a conseguir es contraer contraer, contraer y llega un momento en el que no podemos contraer más porque no le damos tiempo a nuestros músculos a relajarse.

Cuando controles y domines la técnica ya puedes ir incorporándola al esfuerzo ante situaciones de tos, estornudo o práctica deportiva… y comprobando que poco a poco esta orden voluntaria se automatiza sin necesidad de estar pensando en ella.

Porque aunque nos encantaría poder estar a tu lado enseñándote… esperamos que estos consejos te ayuden a seguir manteniéndote activa y sin perdidas. 

¿Cómo cambia el yoga nuestra vida?

¿Cómo cambia el yoga nuestra vida?

Son tantos los beneficios que aporta el yoga a nivel físico, mental y emocional, que se dice que su práctica habitual puede cambiarnos la vida. Basta dedicar diez minutos al día antes de acostarnos para que mejoren nuestros hábitos de sueño, liberar el estrés y conseguir un mejor descanso. Además, a medida que avanzamos en la práctica, alcanzaremos un profundo estado de bienestar y empezaremos a notar los beneficios que nos servirán de estímulo para seguir avanzando.

La conciencia del cuerpo y la mente y sus necesidades, nos ayudará a comprender cuáles son las asanas (posturas) que nos vienen mejor en cada momento.

Pero…¿cuales son los principales beneficios de esta práctica?

  • Mejora la respiración.

El yoga enseña a respirar correctamente. La respiración conocida como abdominal o diafragmática, que en la inspiración se inicia en el abdomen para continuar en la zona intercostal y terminar en la clavícula, y en la espiración sigue el recorrido a la inversa, incrementa la oxigenación de las células. Las asanas, combinadas con una respiración adecuada, mejoran la circulación sanguínea, incidiendo positivamente a nivel cerebral, órganos vitales, musculatura y   resto del cuerpo.  Respirar de manera profunda y a un ritmo pausado equilibra el sistema nervioso, ralentiza el ritmo cardiaco y relaja los músculos.

  • Refuerza el sistema inmunológico

El yoga ayuda a reducir el nivel de cortisol, (la hormona relacionada con el estrés); está demostrado que unos niveles de cortisol elevados pueden provocar cambios de humor, aumento de peso, presión arterial alta, y problemas de sueño y digestivos, entre otros. Además, unos niveles altos de cortisol en sangre provocan cambios en el sistema inmunológico. Al incidir directamente en esta hormona, la práctica del yoga aumenta nuestra resistencia a enfermedades e infecciones.

  • Aumenta la flexibilidad

Uno de los primeros cambios positivos que se perciben al empezar a practicar yoga es el aumento de la flexibilidad, muy importante porque, entre otras cosas, ayuda a evitar lesiones. Es probable que en un principio el cuerpo esté rígido, lo que se percibe con más claridad en las torsiones, pero, con la constancia, estas posturas son las mejores aliadas para aumentar la flexibilidad. También es importante aumentar poco a poco el tiempo en el que se mantienen las asanas. Es fundamental cuidar la alimentación, que debe ser rica en minerales como el azufre y el magnesio y en grasas Omega 3. A medida que aumenta la flexibilidad, desaparecen muchos de los dolores musculares provocados por las tensiones y por las malas posturas.

  • Mejora el equilibrio

Para conseguir equilibrio en las posturas, es necesario ejercitar es la conciencia sobre el cuerpo. Solo con una buena alineación se puede mantener un asana que requiera un cierto nivel de equilibrio. Cuando se practica yoga, es importante mantener la concentración en las sensaciones que produce cada postura, estando presentes en todo momento, y realizando las correcciones que sean necesarias para mejorar. A medida que se adquiera experiencia, el cuerpo aprenderá cómo con un pequeño ajuste se puede recuperar el equilibrio en una postura. A medida que mejora el equilibrio, también lo hace nuestra flexibilidad, ya que las articulaciones se benefician de este tipo de ejercicios.

  • Fortalece músculos y huesos

Tener una musculatura definida no solo mejora el aspecto físico, también protege los huesos, evita lesiones y previene enfermedades como la artritis; por si fuera poco, al mejorar la coordinación, se reducen las caídas en las personas mayores. El yoga ayuda a fortalecer los músculos pero, a diferencia del trabajo de musculación de los gimnasios, evita que se acumule ácido láctico en el cuerpo, lo que provoca fatiga y dolor, y no reduce la flexibilidad, tan importante para la práctica del yoga. En cuanto a los huesos, esta demostrado que el yoga ayuda a reforzarlos y a frenar la pérdida de masa ósea. Además, es fundamental para prevenir lesiones y fracturas, sobre todo en personas con osteoporosis. Con el yoga se consigue mejorar la postura; además, incide en la salud de la columna vertebral, al obtener los discos que separan las vértebras los nutrientes necesarios.

  • Equilibra el Sistema Nervioso

Por último, el yoga estimula la relajación, hace más lenta la respiración y ayuda a equilibrar el sistema nervioso autónomo, compuesto por el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (SNP). El yoga activa el SNP, que favorece la relajación, reduciendo el ritmo cardiaco y la presión sanguínea, y facilita la recuperación en situaciones de estrés. Uno de los secretos del yoga documentado en numerosos estudios es que, al combinar posturas dinámicas con la relajación, resulta mucho más eficaz como herramienta para combatir el estrés que cualquier ejercicio de relajación que no vaya acompañado de ninguna otra práctica dinámica. De esta forma, además, se consigue mantener un equilibrio en el sistema nervioso.

«El yoga es como la música: el ritmo del cuerpo, la melodía de la mente y la armonía del alma.» (BKS Iyengar)

Cristina Salar

Doctora en Fisioterapia y Psicóloga

Profesora de Yoga

RYS 200 Yoga Alliance