Cada mes, los ovarios femeninos producen hormonas que ordenan a las células del revestimiento del útero (matriz) que aumenten su grosor para la posible anidación de un óvulo fecundado. Cuando no ocurre tal fecundación, esas paredes se desprenden y son eliminadas juntamente con sangre a través de la vagina (menstruación).

La endometriosis ocurre cuando esas células crecen por fuera del útero en otras partes del cuerpo (ovarios, intestino, recto, vejiga, revestimiento del área pélvica son las zonas más comunes)…

Esos tejidos no son eliminados del cuerpo y también reaccionan cada mes a las ordenes hormonales de los ovarios, crecen al igual que las paredes del útero y sangran cuando se tiene el periodo.
Con el tiempo ese crecimiento de tejido y sangrado hace que se provoquen adherencias internas que producen DOLOR como síntoma principal en forma de reglas dolorosas y abundantes, dolor en la zona abdominal baja, dolor pélvico y dolor lumbar entre otros.
El tratamiento médico depende de la gravedad del problema, edad, si desean tener hijos y la gravedad de los síntomas, aunque en general se centra en tratamientos analgésicos, hormonales y/o cirugía.

Coincidiendo con el mes de concienciación sobre la endometriosis, enfermedad que afecta a más de 2,5 millones de mujeres sólo en España, queremos además de contaros en qué consiste esta patología, abordar cómo la fisioterapia del suelo pélvico puede ayudar a prevenir, mejorar y tratar los síntomas y signos de la misma.

El dolor característico de la endometriosis está relacionado con las adherencias propias de la patología. Estas adherencias no permiten que haya una buena fluidez entre tejidos y aparezcan restricciones a nivel superficial y profundo, pudiendo también provocar dolor y bloqueos viscerales y musculares.

En la fisioterapia de suelo pélvico nos dedicamos a tratar ese dolor y las posibles adherencias que se forman. Es importante tratar la musculatura y el tejido externo e interno, liberando el tejido, quitando tensión y mejorando las adherencias, las pacientes van notando una mejoría notable tras cada sesión. Es importante resaltar que la fisioterapia no puede curar la endometriosis en ningún caso, pero sí que puede aliviar los síntomas, mejorar la calidad de vida de la paciente y en muchas ocasiones ralentizar la creación de tejido endometrial.

 

Cristina Salar

Doctora en Fisioterapia

Especialista en Suelo Pélvico y Actividad Física Terapéutica

Técnicas avanzadas en la reeducación del suelo pélvico. Neuromodulación percutánea y tratamiento conservador.

Técnicas avanzadas en la reeducación del suelo pélvico. Neuromodulación percutánea y tratamiento conservador.

La alta incidencia de patología urológica, coloproctológica y de dolor pélvico ha hecho necesario la búsqueda y abordaje de nuevas técnicas de valoración y tratamiento que presenten evidencia científica y den solución a los actuales problemas clínicos de esta área. La unión del tratamiento conservador con la neuromodulación del suelo pelvico nos está demostrando a nivel clínico y de investigación increíbles resultados.

Si quieres avanzar en el tratamiento de las patologías del suelo pélvico incorporando técnicas avanzadas en la reeducación y abordaje de tus pacientes, éste es tu curso.

Técnicas avanzadas en la reeducación del suelo pélvico. Neuromodulación percutánea y tratamiento conservador

Diástasis abdominal…¿qué es y cómo podemos reducirla?

Diástasis abdominal…¿qué es y cómo podemos reducirla?

¿Has oído hablar de la diástasis abdominal? ¿Sientes que tus rectos del abdomen están más separados de lo normal? ¿Cuándo haces un esfuerzo «algo sale hacia fuera»?

La diástasis abdominal o diástasis de rectos es la separación de los músculos rectos del abdomen como consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, en condiciones normales, los mantiene unidos entre sí, y a la línea media del cuerpo, la denominada línea alba.

La diástasis es un problema funcional y estético más habitual de lo que creemos y que puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Tampoco depende de si haces deporte o si eres una persona sedentaria, aunque sí es cierto que durante el embarazo aumenta la incidencia y riesgo hasta el 66%.

Los rectos abdominales,  están unidos entre sí por un tejido conjuntivo fibroso, rico en colágeno, y van desde la cara anterior de las costillas a la parte superior del pubis, ocupando la parte anterior del compartimento abdominal.

La principal función de estos músculos es la de mantener el cuerpo erguido, permitiendo la flexión del tronco  y la inclinación , actuando también durante la respiración: limitando la inspiración y favoreciendo la espiración.

La pared abdominal, junto al diafragma y la columna lumbar van a favorecer directa e indirectamente en el buen funcionamiento de tu suelo pélvico, además si tienes sospecha o te han diagnosticado distases abdominal éste será el primer paso para la rehabilitación de tu suelo pélvico.

La  diástasis por tanto no solo es un problema estético sino también funcional, puesto que existe una importante relación entre la diástasis y las disfunciones del suelo pélvico, como la incontinencia, los prolapsos, el dolor, los problemas digestivos, los dolores de espalda, una mala postura o incluso la posibilidad de herniación de las vísceras abdominales.

El aumento de peso, el embarazo, el parto o el trabajo excesivo y/o incorrecto de los abdominales pueden ser factores de riesgo en la diástasis abdominal.

¿Y cómo puedo saber si tengo diástasis y cómo se puede mejorar?

La valoración debería ser realizada por un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico, de forma conjunta con el resto de estructuras y complementada o no con una ecografía.

A modo orientativo puedes hacer este sencillo test: túmbate boca arriba sobre una superficie estable (suelo, esterilla), con las rodillas flexionadas y las plantas de los pies apoyadas. En esta posición coloca un brazo detrás de la cabeza y las yemas de los dedos de tu mano libre en el abdomen a través de tu ombligo. Realiza un abdominal tradicional, es decir, eleva tu cabeza y tus hombros hacia las rodillas. Palpa con las yemas de los dedos los lados de los rectos abdominales (esa tableta de chocolate que much@s aspiran a tener) . ¿Sientes que hay una especie de brecha entre ellos? Si entre estos dos músculos existe una separación de más de dos dedos, o lo que es lo mismo 2,5 cm, podemos decir que  posiblemente exista una diástasis de rectos y que deberás acudir a un fisio para la valoración y tratamiento.

Tras la evaluación se diseñará un plan de tratamiento especialmente adaptado a tus necesidades aunque poniendo en práctica estas recomendaciones podemos ayudar a revertir o no aumentar la separación de tus rectos:

  • No realices abdominales tradicionales
  • Activa tu transverso
  • Evita valsalvas
  • Haz hipopresivos
  • Tonifica tu CORE
  • Intenta no aumentar de peso
  • No tengas un segundo embarazo antes de valorar y solucionar la diástasis

Porque la diástasis abdominal se puede prevenir y tratar…confía en un fisioterapeuta especialista en suelo pélvico.

Cristina Salar

Doctora en Fisioterapia

Especialista en Suelo Pélvico y Actividad Física Terapéutica

 

 

El dolor pélvico crónico, ese gran desconocido…

El dolor pélvico crónico, ese gran desconocido…

El dolor pélvico crónico (DPC) es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos los profesionales del suelo pélvico.

La dificultad para dar con el diagnóstico o hallar el origen, la relación con otras patologías y la multifactorialidad del mismo, hacen que los pacientes lleguen con meses de evolución y unos cuadros médicos de difícil abordaje y tratamiento.

Pero…¿qué es el dolor pélvico crónico?

Es un síndrome caracterizado por la presencia de dolor en la región pélvica,  que se prolonga durante al menos seis meses, ya sea de forma continua o intermitente.

Puede afectar a hombros y mujeres, no es dependiente de la edad y puede llegar a ser muy incapacitante y difícil de diagnosticar, ya que al no identificarse la causa del dolor, los pacientes pasan de un especialista a otro, llegando a nuestra consulta tras meses de evolución.

Este dolor puede ser constante y leve, o agudo, pude ser continuo o intermitente, en un punto específico o en toda la región pélvica…
Una de las singularidades del dolor pélvico crónico es que la causa que lo originó (por ejemplo, una infección) puede haber desaparecido y, sin embargo, las estructuras pélvicas o intrapélvicas (músculos, ligamentos, articulaciones, etc.) estar afectadas y ser responsables de la cronificación y exacerbación de los síntomas, los cuales a su vez pueden producir una disfunfunción a nivel del sistema nervioso central haciéndolo más sensible a los estímulos.

Las causas son tan diversas que por ello es difícil establecer a veces un diagnóstico, estando entre ellas las causas ginecológicas cíclicas (dolor de la ovulación, dismenorrea, síndrome premenstural…) las causas ginecológicas no cíclicas ( enfermedad pélvica inflamatoria, endometriosis, malposición uterina, síndrome de congestión pélvica…), causas gastrointestinales (síndrome de colon irritable, enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, la diverticulosis, las hernias…), causas uroginecológicas (cistitis, cistouretritis, urolitiasis…), causas neurológicas (atraimiento del nervio pudendo…), causas muscoloesqueléticas (síndrome de dolor miofascial….) y causas psicosociales…

El tratamiento conjunto de ginecólogos, urólogos, anestesiólogos de unidades de dolor, fisioterapeutas, psicólogos clínicos, gastroenterólogos, coloproctólogos, médicos rehabilitadores… hace que esta patología de difícil diagnóstico y tratamiento sea posible de abordar desde una vertiente multidisciplinar, aumentando las posibilidades de éxito.

La vida es mejor sin dolor… controla tu cuerpo, olvida tus límites.

Dra. Cristina Orts

Dra. Cristina Salar

Especialistas en Pelviperineología y Dolor