
¿Cómo influye la postura en nuestro suelo pélvico?
El suelo pélvico es el conjunto de estructuras que se localizan en la parte inferior de nuestra pelvis y que principalmente desarrollan una función sexual, así como de sostén y continencia.
En el caso de las mujeres, estas estructuras se ven sometidas a numerosas situaciones que pueden conducir a que su musculatura se debilite como consecuencia del aumento de peso durante los embarazos, los efectos derivados de los partos, la menopausia con su déficit de estrógenos, la creciente tendencia a practicar deportes que implican un continuo impacto sobre dicha musculatura como ocurre en el running o el pádel, el estreñimiento crónico y el sobrepeso.
Además de todos estos factores, el hecho de mantener una mala postura hará que estas estructuras se debiliten con mayor facilidad.
En concreto, aquellas personas que al ponerse de pie adoptan una postura caracterizada por “barriguita prominente” y “culo hacia arriba” como consecuencia de la debilidad de la pared abdominal y de una hiperlordosis, van a ocasionar que el peso de las vísceras pélvicas no caiga en el punto central del periné (núcleo fibroso central) sino que caerá sobre la parte anterior del suelo pélvico.
La musculatura de la parte anterior del periné al estar sometida de forma continua al peso visceral entrará en fatiga debilitándose. Al tiempo que esta musculatura se debilita, otras estructuras como las fascias y los ligamentos de la pelvis deberán entran en tensión con el objetivo de mantener la estabilidad de la zona.
Por un lado el debilitamiento de la musculatura dará lugar a posibles prolapsos, incontinencias y alteraciones sexuales, todo lo cual se puede ver agravado por un aumento de la tensión las fascias y ligamentos que acabarán ocasionando un cuadro de dolor miofascial o dolor crónico del suelo del suelo pélvico.
Por lo tanto, para evitar todos estos problemas, es necesario mantener en forma nuestro suelo pélvico, así como cuidar nuestra postura evitando que las estructuras relacionadas con el suelo pélvico como son el diafragma, los músculos abdominales y la zona lumbar, sufran alteraciones que puedan ocasionar alteraciones funcionales del suelo pélvico.
En aquello casos en los que se produzca un debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico será necesario llevar a cabo ejercicios que tonifiquen esta musculatura introduciendo progresivamente el peso visceral sobre ellos (desde tumbado a de pie), potenciación del músculo transverso del abdomen por su relación directa con la fascia pélvica, cuidados alimenticios que eviten el estreñimiento y el sobrepeso, y mantener una correcta postura corporal.
Porque como dijo Joseph Pilates “los hábitos incorrectos en el día a día son los responsables de la mayoría de las dolencias que sufrimos”.
Controla tu cuerpo, olvida tus límites.
Cristina Orts
Doctora en Fisioterapia
Experta en Suelo Pélvico y Postura