El sexo no duele

El sexo no duele

Según Psychology Today, la primera vez le duele a 1 de cada 3 mujeres, y según Scarleteen y Seventeen Magazine, no debería doler nada, sobre todo si no es la primera vez.

Entonces, si el sexo no debería doler tras la primera vez, ¿por qué a mi me pasa?, es una de las preguntas que recibimos cada semana en consulta.

Y es que el vaginismo es una de las causas que pueden provocar dolor en las relaciones sexuales, lo cual también es conocido como dispareunia.

Se trata de una contracción involuntaria e inconsciente de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina, los músculos pubococcígeos, provocando un cierre total o parcial de ésta y causando dolor, ardor o incomodidad en las relaciones sexuales, al intentar insertar un tampón o ante una exploración ginecológica.

Los síntomas del vaginismo varían dependiendo de la intensidad de la contracción de los músculos del suelo pélvico y pueden ir desde una leve sensación de ardor hasta un cierre total de la abertura de la vagina, siendo algunos de sus síntomas:

  • Ardor, picor y/o tensión muscular vaginal durante las relaciones sexuales.
  • Dolor que impide o dificulta la penetración.
  • Incomodidad persistente ante las relaciones sexuales.
  • Dificultad o incapacidad total para insertar un tampón.
  • Dificultad al someterse a una exploración ginecológica.
  • Posibilidad de insertar tampones o llevar a cabo una revisión ginecológica pero incapacidad de penetración sexual.
  • Posibilidad de penetración sexual pero incapacidad de experimentar un orgasmo por la sensación de incomodidad o dolor o por el miedo a un espasmo repentino.
  • Dolor repentino en la esfera pélvica que se acentúa ante la contracción, excitación o relación sexual.

Tanto si siempre te ha pasado (vaginismo primario), como si ha sido secundario a un parto, acontecimiento traumático físico o psicológico en un momento de tu vida, problemas sentimentales o situaciones de estrés, menopausia…(vaginismo secundario) tiene solución, y es que los últimos estudios refieren porcentajes próximos al 100% en la resolución de dicho problema.

Y es que el origen del vaginismo está en una combinación de causas física y psíquicas que provocan que el cuerpo reaccione ante la previsión de dolor.  Un circulo vicioso en el que el cuerpo anticipa el dolor y contrae los músculos del suelo pélvico, esa contracción genera más dolor, el cuerpo se resiste a mantener relaciones sexuales, la resistencia a mantener relaciones sexuales genera frustración y ansiedad pudiéndose llegar a inhibir el deseo…

El sexo se vuelve cada vez más doloroso, incómodo o desagradable y el cuerpo refuerza e intensifica la respuesta refleja de contracción de la vagina tratando de defenderse del daño y resistiéndose por todos los medios físicos y psíquicos a su alcance a afrontar ese momento.

El tratamiento, generalmente, trata de instaurar una serie de habilidades y reeducar los músculos del suelo pélvico para que respondan de manera controlada y positiva ante los estímulos sexuales. Así psicóloga y fisioterapeuta realizarán una terapia adecuada para encontrar los motivos psíquicos y emocionales por los que esa persona asocia el sexo con una experiencia negativa, normalizar el tono, técnicas de inserción y dilatación gradual, ejercicios para casa e implicación de la pareja si así se desea y si la hubiera…

En definitiva, la información y la identificación de las causas y motivos que originan esta dolencia es fundamental para su tratamiento, y saber que los resultados son tan positivos y permanentes debería ser un argumento definitivo para afrontarlo inmediatamente acudiendo a un especialista en suelo pélvico.

Porque el SEXO NO DUELE… te invitamos a conocer tu cuerpo, identificar cada uno de los factores y ayudarte a solucionarlo y aprender o volver a disfrutar tu sexualidad.

Cristina Salar

Doctora en Fisioterapia. Especialista en Suelo Pélvico y Fisiosexología

Marta Torres

Psicóloga. Especialista en Sexología y Terapia de Parejas