El pasado 28 de mayo fue el Día Internacional de la Higiene Menstrual y uno de los productos estrella si hablamos de salud sexual e higiene menstrual es la copa menstrual. Este sencillo producto no solamente tiene múltiples beneficios para la salud íntima femenina, sino también para el planeta y la economía familiar. Las redes sociales se han inundado de comentarios de usuarias agradecidas, lo que puede ayudar a elaborar la falsa idea de que la copa menstrual es un invento actual o una moda pasajera, a pesar de que la realidad es que ésta es más longeva de lo que parece, pues comenzó a utilizarse en el siglo XIX y se produce industrialmente desde la década de 1930.

¿Qué beneficios tiene la copa menstrual?

El uso de tampones reseca nuestra flora vaginal cada vez que retiramos uno, forzando al cuerpo a restablecer el equilibrio natural bacteriano saludable de la vagina. Esto ocurre cada vez que se retira un tampón, por no hablar de los residuos que quedan en la vagina. La copa menstrual está fabricada en silicona médica hipoalergénica, un material saludable y seguro para el cuerpo, no absorbente y que no interactúa con la flora bacteriana, manteniendo intacta esa barrera de protección natural de la vagina.
En la composición de compresas y tampones se encuentran todo tipo de químicos y blanqueantes nocivos para el cuerpo humano. El uso de compresas y salvaslips, además, generan el entorno idílico (humedad y calor) para la proliferación de hongos, crecimiento inadecuado bacteriano, infecciones, irritaciones, etc. Su uso también puede asociarse a una mayor incomodidad y el consiguiente rechazo a esos días de menstruación. Este efecto desaparece con el uso de la copa, ya que la sangre queda en el interior vaginal, sin mojar la ropa interior ni necesidad de usar ningún otro producto simultáneamente.

Ecológicamente está considerado un producto revolucionario y es que de media una mujer puede usar unos 11.000 tampones y compresas a lo largo de su vida, es por esto que alrededor de 20.000 millones terminan cada año en los vertederos (también sus envases).  La copa menstrual  no genera residuos, es reutilizable y tiene una vida útil de aproximadamente diez años. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este caso el resultado es asombroso.

¿Qué es?

La copa menstrual es un dispositivo blandito que se introduce plegada dentro de la vagina, recogiendo tu flujo e impidiendo que salga al exterior. Al soltarla se abre creando el vacío y quedando bien adherida a las paredes vaginales. Tranquila, la copa no puede perderse ni viajar por el interior del cuerpo. Recuerda el cuello del útero actúa como tope, por lo que es imposible que se pierda. Una vez colocada en el canal vaginal, no debe notarse. Volverás a acordarte de ella cuando toque vaciarla. 

La frecuencia de vaciado depende de la cantidad de flujo: los días de más flujo podemos cambiarla las veces que sean necesarias (tres, cuatro o cinco suele ser suficiente), mientras que los días de menor flujo podemos ponerla por la mañana y no cambiarla hasta la tarde o noche. Es importante recordar que no debemos llevarla más de 12 horas sin haberla vaciado.

¿Cómo elegir la talla adecuada?
Los genitales femeninos, al igual que los masculinos, tienen tamaños distintos, por eso también existen tamaños de copa menstrual. Un fisioterapeuta de suelo pélvico puede hacernos saber qué talla es la adecuada, en función del estado de nuestro suelo pélvico, pero para facilitarnos la tarea de la elección de talla, existen también recomendaciones que pueden orientarnos en la elección:

La Talla S es la más pequeña y normalmente se recomienda para niñas de hasta 18 años. 

La Talla M está indicada para mujeres de hasta aproximadamente 30 años y/o que no hayan tenido partos vaginales.

La Talla L se recomienda para mujeres de más de 30 años y/o que hayan tenido partos vaginales.

¿Cómo se coloca?

Igual que ocurre en las primeras experiencias de cualquier otra práctica, es posible que necesitemos varios intentos y un tiempo hasta que seamos expertas en la técnica tanto al ponerla como al quitarla. Los genitales son un área sensible, es importante encontrarnos relajadas y prestar atención a que nuestra musculatura también lo esté. Respirar y hacer pipí puede ayudarnos a identificar esa sensación de relajación pélvica. 

Una vez relajada y con tus manos limpias, pliega la copa por la mitad sobre sí misma, formando una “c” o lleva una parte del aro superior a la base de la misma formando una especie de tulipán. Aplicar una gotita de hidratante íntimo y distribuirlo sobre el aro superior puede ayudarte a introducirla. Acompáñala al interior con tus dedos y cuando no llegues más, suéltala dejando que se abra dentro de ti creando el vacío.  Para asegurarte de que queda abierta puedes introducir tu dedo buscando el tallo de la copa y recorrer su base circularmente. Si encuentras algún pliegue o arruga significa que la copa no se a abierto correctamente, por lo que puedes pinzarla y darle una vuelta dentro de ti o agarrar el tallo y moverlo de izquierda a derecha en zig-zag. 

El palito o tallo debe quedar totalmente en el interior del cuerpo, de manera que no se vea nada. Si no es así o el tallo molesta en tu entrada vaginal, puedes cortarlo a tu medida perfecta. 

¿Cómo se retira?
Para sacar tu copa nunca tires del tallo, te asustarás al ver que no sale y podrías hacerte daño. Recuerda que la copa ha quedado adherida como una ventosa. Simplemente hay que romper el vacío: introduce tu dedo hasta localizar el aro o la pared de la copa y recoge tu dedo en forma de gancho. Otra manera de hacerlo es introducir dos dedos de manera que puedas pinzar la base de la copa, se rompa el vacío y ella misma se deslice fuera de tu vagina.

Respirar y relajar la musculatura es una gran ayuda, ya que si la tensas lo que estás haciendo es retenerla dentro de ti. 

En caso de que te cueste retirarla, agáchate. Estando en cuclillas y haciendo un movimiento expulsivo con la musculatura vaginal como si fueras a defecar, la copa descenderá y te será más sencillo agarrarla.

Vacía el contenido en el mismo váter, enjuágala bien con agua hasta que quede limpia y vuelve a introducirla.

No pasa nada si las primeras veces debes ponerla y sacarla varias veces hasta dar con la técnica. De hecho puedes practicar con la copa antes incluso de menstruar. 

¿Cómo se limpia?

Antes del primer uso es importante esterilizar nuestra copa. Una opción es hervir agua en un cazo e introducirla más o menos un minuto. Algunas copas vienen con un recipiente especial para introducirla en el microondas y otras marcas venden unas pastillas efervescentes esterilizadoras.

Nunca debemos secarla con trapos o papel, lo mejor es dejarla secar al aire para que no queden residuos adheridos a la silicona que vayamos a trasladas después a nuestro cuerpo.

Tras cada vaciado y cambio, podemos enjuagarla bien con agua asegurándonos de que no queden restos, es posible también utilizar un higienizante especial para ello o jabón neutro, aunque en este caso debe ponerse especial atención en que todo el jabón haya sido retirado antes de introducirla nuevamente, pues podría crear irritaciones. 

Una vez se ha terminado el ciclo, suele recomendarse de nuevo la esterilización de la copa. Esto no es estrictamente necesario (podría servir también lavarla con jabón) ya que una vez vuelves a tocarla, deja de ser estéril, pero aporta una sensación de tranquilidad al pensar que ha quedado  perfectamente limpia hasta el siguiente ciclo. Cuando esté completamente seca, lo ideal es guardarla en una bolsita de tela hasta el siguiente mes. 

Marta Torres

Psicóloga y Sexóloga

La “Nueva Normalidad” sexual

La “Nueva Normalidad” sexual

¿Cómo podrán ser nuestras relaciones sexuales tras la pandemia por COVID19?

La llegada de esta pandemia ha sacudido nuestra normalidad, nuestra cotidianidad tal y como la conocíamos, el mundo se ha paralizado, confuso y asustado, y nos hemos unido para afrontar esta situación de alarma socio-sanitaria estableciendo medidas de protección. Hemos adaptado nuestra rutina: hemos parado o tele-trabajado, hemos hecho pan, bizcochos, mucho ejercicio en casa, hemos aplaudido y colgado arcoiris en las ventanas, y hemos ideado mil y una actividades para mantener felices a nuestros hijos. Un mes, dos meses…
Seguimos siendo empáticos, responsables y solidarios a un mismo ritmo y ya iniciamos el proceso de desescalada: volveremos a ver pronto a nuestros amigos, familiares y… parejas sexuales. Se comienza a escuchar el término “Nueva Normalidad” que hace referencia a esos nuevos hábitos de limitación del contacto interpersonal y medidas de higiene que ya forman parte de nuestra conducta habitual. Parece que esta Nueva Normalidad será nuestro estilo de vida en el futuro a corto y medio plazo. Y como es natural, aparecen algunas dudas con respecto a la sexualidad.

¿Sabías que el derecho al placer sexual es un derecho humano fundamental y universal? Todas las personas tenemos once Derechos Sexuales que fueron definidos por la World Association for Sexual Health (WASH) y  tenemos la responsabilidad de protegerlos adaptándonos a la situación social histórica en la que vivamos.

¿Cómo será la sexualidad en este nuevo periodo de Nueva Normalidad?
En un escenario en el que el contacto social está limitado a una distancia de seguridad con personas con las que no convivimos y el contacto entre mucosas y fluidos personales es una práctica de riesgo y vía de contagio de la COVID-19, las relaciones sexuales necesariamente deberán verse modificadas. Es un momento ideal para derrocar al coitocentrismo y apartar la mirada de la visión tradicional de sexo en la que la única y principal práctica erótica considerada como “sexo” es la penetración pene – vagina.

¿Cómo saber qué prácticas sexuales son de riesgo para el contagio?

La única manera de conocer en qué situación me expongo al peligro, es prestar atención a la evidencia científica existente, a pesar de que esta es todavía escasa e insuficiente:

El informe sobre el primer estudio llevado a cabo sobre la presencia de la enfermedad en el semen, muestra que que el COVID-19 está ausente del semen y los testículos en hombres infectados por COVID-19 en las fases aguda y de recuperación. Por lo tanto, concluye que es muy poco probable que el COVID-19 pueda ser transmitido sexualmente por hombres (C. Song et al., 2020).

Otro estudio llevado a cabo en Huazhong University of Science and Technology de Wuhan concluye que aún no existe evidencia de que la enfermedad SARS-COVID-2 se transmita sexualmente, ya que no hubo presencia de las mismas en las muestras vaginales de las mujeres (Pengfei Cui et al., 2020).

A pesar de ello, es importante señalar que además de en los hisopos orofaríngeos, el COVID también se ha detectado en sangre, orina e hisopos faciales / anales, lo que sugiere otros posibles medios de transmisión sexual(C. Song et al., 2020). Por tanto, conociendo que la principal ruta de transmisión de esta enfermedad es a través de gotas respiratorias, también se confirmó que sería posible el contagio mediante contacto oral-anal (Pengfei Cui et al., 2020).

La debilidad principal de los estudios anteriores consiste en su visión pobre y reduccionista del término “sexualmente”, bajo el que se asume únicamente la actividad entre semen, pene y vagina. Por tanto y de momento, sus conclusiones son peligrosas ya que no se ajustan a nuestra realidad sexual, en la que llevamos a cabo un amplio y diverso juego erótico que compromete a muchas otras áreas del cuerpo y actividad como puede ser el sexo anal, el sexo oral, el sexting, la masturbación, sexo entre mujeres o sexo entre hombres. 

La Nueva Normalidad Sexual

Ya sabemos que según la ruta de transmisión, las medidas preventivas actuales, incluido el mantenimiento de una buena salud personal y ambiental, y la implementación de medidas estrictas de prevención de contacto, pueden prevenir la propagación del COVID-19 (Pengfei Cui et al., 2020). Entonces ¿qué nos queda?

Es momento de dejar volar la imaginación, de mantener relaciones sexuales que, de momento, no comporten contacto oral, genital o de cualquier tipo en que entremos en contacto con fluidos de nuestras parejas. Esto no quiere decir que no podamos tener encuentros eróticos a través de los que regalar y regalarnos placer, establecer vínculo afectivo, comunicarnos, fortalecer la relación… Tenemos multitud de opciones:

La masturbación es una de las prácticas sexuales seguras. Autoestimularnos siempre de la misma manera puede provocar aburrimiento y disminución del placer por habituación, pero cambiando movimientos con las manos, juguetes o cualquier tipo de cremas genitales intensificadoras de sensaciones podemos disfrutar plenamente de nuestro placer.

Una variación de la anterior es la masturbación en presencia de la pareja y manteniendo la distancia física, estimula el imaginario erótico y la excitación, pudiendo convertir la escena en altamente estimulante.

El sexo telefónico y el sexting, parecen ser de las prácticas favoritas en la cuarentena y podemos mantenerla en la próxima etapa. Comunicarnos sexualmente a través de un teléfono, smartphone u ordenador, apoyándonos con material erótico como fotos o vídeos, explicar lo que nos gusta, lo que acontece por la imaginación o escuchar la fantasía erótica de la pareja puede ayudarnos a reconectar en la intimidad.

El uso de material erótico como cine, vídeos, relatos, descripciones de audio, etc. pone en funcionamiento nuestras neuronas espejo permitiéndonos empatizar con lo que percibimos, aumentando nuestras sensaciones eróticas.

Otro tipo de juegos de creatividad sexual como escribir nuestra propia fantasía o relato erótico y compartirlo pueden ser ideas muy válidas para mantener un buen contacto erótico con el que sentirse satisfecho.

¿Hasta cuándo?

Ante la incertidumbre sobre cómo va a continuar el desarrollo de la enfermedad, de momento podríamos considerar la vacuna como esa luz al final del túnel, siempre y cuando los estudios nos indiquen que tras la administración de un fármaco seremos inmunes a la enfermedad.
De la misma manera que hemos aprendido a protegernos de otras Infecciones de Transmisión Genital (ITG’s), también tendremos en cuenta las medidas necesarias para protegernos de la COVID-19. Hasta entonces, es momento de estimular la creatividad erótica manteniendo relaciones sexuales de forma segura.
 

Marta Torres

Psicóloga y Sexóloga

Squirt y  Eyaculación Femenina

Squirt y Eyaculación Femenina

¿Has sentido alguna vez ganas de hacer pis mientras estabas practicando sexo? ¿Has ido a orinar inmediatamente después de terminar una relación sexual? Ambas preguntas eran formuladas por Deborah Sundahl, autora de Female Ejaculation and the G-Spot, a sus alumnas antes de comenzar a explicar en qué consistía el fenómeno Squirt. No, no es una fructífera invención de la industria pornográfica y no, tampoco se trata de un mito recogido de antiguos libros de leyendas sobre culturas lejanas y olvidadas. 

Este fenómeno es real, cotidiano y podemos tratar de aprender a producirlo. La cuestión es… ¿dónde nacen tus ganas de vivirlo? ¿tienes curiosidad o te estás obcecando? ¿es por y para ti o quieres hacerlo por otra persona? En general, no tienes que demostrar nada a nadie, pero en sexualidad… mucho menos. El squirt simplemente es otra de las innumerables prácticas sexuales que pueden disfrutarse, o no, en un encuentro erótico.

Pero… ¿De qué estamos hablando?

Un Squirting es el fenómeno mediante el cual se expulsa una abundante cantidad de líquido a través de la uretra. Has leído bien: no por la vagina, si no por la uretra. Proviene, por tanto, de la vejiga urinaria.

Puede ocurrir junto al orgasmo, simultáneamente, o también de manera independiente de este. En la experiencia clínica me he encontrado chicas que disfrutaban más intensamente los orgasmos cuando se acompañaban de squirt, otras que decían que este fenómeno les resultaba placentero, pero no tanto como sus orgasmos habituales y algunas que no notaban diferencia en cuanto a sensaciones y lo descubrían al ver todo mojado.

¿Cómo provocarlo?

Se ha repetido hasta la saciedad que para lograr un squirt era necesario estimular nuestra área G con una técnica específica que combina un ritmo, una presión y un movimiento determinado. Mi experiencia en consulta me permite desmentir esta idea, pues ninguna de las mujeres que me han relatado su manera de desencadenar este efecto describía tal técnica. Tampoco he encontrado estudios científicos al respecto.

Muchas lo lograban por penetración del pene, otras con vibradores, algunas únicamente estimulando el glande del clítoris con sus manos y muchas, muchas otras, haciendo uso del ya best seller succionador de clítoris.

Lo que sí experimentaban frecuentemente era esa sensación como de «voy-a-hacerme-pis», momento que muchas habremos sentido durante el sexo, pero que frenamos pensando que vamos a orinar.

¿Es lo mismo que la Eyaculación Femenina?

No. A pesar de que ambas secreciones comprometen la estructura de las Glándulas de Skene y la Zona G, existe evidencia científica de que son distintas sustancias segregadas por nuestro cuerpo durante la estimulación sexual, con grandes diferencias entre ellas.

¿El Squirt es Orina?

Gary Schubalt llevó a cabo un experimento en los años 90 en el que reunió a un grupo de mujeres que aseguraban expulsar grandes cantidades de líquido durante el orgasmo, evidenció la diferencia entre dos secreciones diferenciadas. Quería saber si alguno de ellos era orín. Introdujo un catéter a todas ellas desde la uretra hasta la vejiga con la hipótesis de que si el líquido salía por el catéter sería orina. Efectivamente en el caso de copiosas cantidades, el líquido salía por el catéter, pero también observó que había otro líquido que lo hacía por fuera del mismo, se trata de la eyaculación femenina.

Otro estudio publicado en la revista Journal of Sexual Medicine recoge el trabajo que un equipo de investigadores del hospital Parly II de Le Chesnay (Francia) llevó a cabo en el que siete mujeres capaces de provocarse el squirt a voluntad, se masturbaban en el laboratorio hasta alcanzar el orgasmo. Los resultados revelaron que a pesar de haber vaciado sus vejigas justo antes del experimento, en el momento del orgasmo, la vejiga se había vuelto a llenar, lo que explica la famosa sensación de tener ganas de orinar durante el coito. Tras finalizar, las pruebas de ultrasonido revelaron que las vejigas estaban nuevamente vacías.

Además, de que el único receptáculo existente en nuestro organismo capaz de contener tal cantidad de líquido, es la vejiga.

¿Por qué entonces las personas que lo experimentan, sus parejas y trabajadores de la industria sexual repiten una y otra vez que no tiene aspecto de orina, no huele como la orina ni sabe como esta?

A pesar de provenir de la vejiga, este fenómeno se produce a causa de las intensas oscilaciones de una hormona diurética, la vasopresina. A causa de la alta estimulación de los riñones y la relajación de la uretra, seríamos capaces de liberar esta especie de orina diluida, que se compone de agua, urea y ácido úrico.

¿Todas las mujeres son capaces de experimentarlo?

Todavía no existe certeza acerca de por qué unas mujeres lo desencadenan involuntariamente junto al orgasmo, otras aprender a producirlo voluntariamente  y otras, incluso, son incapaces de lograrlo a pesar de cumplir la estimulación de la misma manera.

En palabras de Manuel Lucas, de la Sociedad Española de Intervención en Sexología, «es un proceso fisiológico que le ocurre a pocas féminas y que depende del desarrollo de la glándula situada entre la vagina y la uretra, la glándula parauretral o también conocida como glándula de Skene».

Todavía nos encontramos caminando en el proceso de investigación y conocimiento acerca de muchos aspectos de la sexualidad femenina, que poco a poco se irán definiendo, pero lo que sí podemos afirmar es que ninguna de estas variaciones del organismo (hacer squirt o no, con mayor o menor dificultad) constituyen un problema. Únicamente son diferencias fisiológicas, como quien puede formar una flor con la lengua o quien alcanza a tocarse la punta de la nariz con la misma.

Si te apetece explorar tu cuerpo y quieres aprender a disfrutar o experimentarlo, te animo a que pruebes, recorras tu vulva, tu clítoris y explores tu vagina, para llevarte a esa sensación previa de urgencia miccional, dejarte llevar y disfrutar de las sensaciones que tu cuerpo te regala. Así que ahora sí, después de leer este pequeño artículo, espero que la próxima vez que sientas ganas de orinar mientras practicas sexo, puedas dejarte llevar -si te apetece- y probar qué sucede en tu cuerpo, sin miedo o pudor y disfrutarlo en soledad o con la confianza de tu pareja sexual.

Marta Torres

Psicóloga y Sexóloga

¿Sabes qué es el «knack perineal»?

¿Sabes qué es el «knack perineal»?

Ahora que las redes nos ofrecen miles de opciones para realizar ejercicio en casa… y en muchos de ellos se hacen esfuerzos que pueden ocasionar pérdidas de orina…toma nota.

Os vamos a explicar el “knack perineal” , el mejor truco para evitar pérdidas de orina, con el que podemos proteger nuestro suelo pélvico ante aumentos súbitos de la presión intraabdominal, como toser, reír, estornudar o cargar peso.

La técnica del knack consiste en una contracción fuerte y voluntaria de tu suelo pélvico antes de los esfuerzos, antes de los aumentos de la presión intra abdominal que se producen de manera brusca y repentina, con el objetivo de proteger los músculos del suelo pélvico y evitar a la larga debilitamientos, incontinencia urinaria o prolapso, es decir, descensos de órgano pélvico.

Aquellas mujeres y aquellos hombres que sufren incontinencia urinaria, dificultad para contener los gases o las heces habrán comprobado cómo, con la tos, la risa o los estornudos, esas pérdidas suelen aparecer, de ahí que exista la técnica del knack, con el objetivo de evitar las pérdidas de orina y compensar la presión que está sufriendo el suelo pélvico.

Cuando todo funciona adecuadamente, transverso, diafragma y suelo pélvico funcionan en equipo y van a una cuando se produce un aumento de presión, es decir, al toser nuestro transverso se activa y nuestro suelo pélvico también se activa 

No podemos olvidar que la técnica del knack es una técnica voluntaria y que lo ideal es que se realice una rehabilitación abdomino pélvica, es decir, unos ejercicios para coordinar tu transverso y tu suelo pélvico, así como tu diafragma por parte de un fisioterapeuta, de forma que con el aumento de tu musculatura y la automatización de dicha sinergia ya no sea necesario que pienses en realizar el “knack” antes de cualquier esfuerzo.

Sin embargo, en esta situación en la que muchos habréis comenzado un plan de entrenamiento y percibís pérdidas de orina ante el esfuerzo, la tos o el estornudo, la técnica del knack perineal nos puede ayudar en esos primeros momentos en los que todavía no vemos los beneficios del entrenamiento constante.

Nuestro objetivo es que automatices un mecanismo que tenemos de forma natural pero que por diversos motivos se va perdiendo.

Para ello te damos 4 puntos importantes que debes tener en cuenta antes de hacer un esfuerzo, levantar peso, estornudar, toser…

  1. Autoelongación,
  2. Pelvis neutra antes y durante el esfuerzo,
  3. Contracción fuerte de tu suelo pélvico y cierre de tus orificios perineales (como si quisieras aguantar el pipí o un gas)
  4. Coactivación de la musculatura del core, a través del transverso del abdomen (metiendo el ombligo hacia dentro y hacia arriba como si no te estuviera un pantalón y quisieras cerrarte la cremallera)

Antes de practicar esta técnica ante el esfuerzo es conveniente que lo practiques en una situación de relajación para luego incorporarla al esfuerzo. 

Por ejemplo, puedes contraer fuertemente 1 segundo, relajar 5 segundos y repetir 10 veces este tipo de contracción.

Es muy importante dejar ese tiempo para relajar, si no, lo que vamos a conseguir es contraer contraer, contraer y llega un momento en el que no podemos contraer más porque no le damos tiempo a nuestros músculos a relajarse.

Cuando controles y domines la técnica ya puedes ir incorporándola al esfuerzo ante situaciones de tos, estornudo o práctica deportiva… y comprobando que poco a poco esta orden voluntaria se automatiza sin necesidad de estar pensando en ella.

Porque aunque nos encantaría poder estar a tu lado enseñándote… esperamos que estos consejos te ayuden a seguir manteniéndote activa y sin perdidas. 

¿Qué une más el sexo o el amor?

¿Qué une más el sexo o el amor?

Es difícil explicar lo inexplicable, es decir el amor, mediante fórmulas químicas, hormonas y todos los procesos que tienen lugar en el laboratorio interno con el que todos contamos. Sí es cierto que durante el orgasmo, un neurotransmisor llamado oxitocina se libera en ciertas partes del cerebro, es uno de los ingredientes clave para que los seres humanos fabriquen amor, confianza, lazos y reduzcan el miedo, además de ser una de las razones por las que los orgasmos resultan tan placenteros. Sin embargo, aunque casi todos los científicos se decantan en que el amor y el sexo son igual de importantes y difícilmente separables,  como si quisiéramos saber que es más importante el cuerpo o la mente para estar sano, también son muchos los que piensan, que es imposible tener mal una cosa sin que, inevitablemente, repercuta en la otra.

En el sexo nos comportamos como somos, vulnerables, desnudos y todo lo que cargamos a nuestras espaldas se refleja en la cama. Una relación sexual no es un mero intercambio de fluidos o placer. Es comunicación, y cuando esta no funciona en el día a día, es muy difícil que fluya en el dormitorio.

Intimidad, pasión y compromiso, entendido también como complicidad podrían ser los ingredientes perfectos para que una relación se dé en términos de unión. Si hay mucha intimidad pero no hay pasión, hay una muy buena amistad. Si hay pasión pero no compromiso o intimidad, se trataría de amantes. El sexo es un elemento que, se utiliza a menudo como herramienta de relación, pero si no hay ningún otro nexo de unión, la pareja acaba por deshacerse.

Muchas de las causas de prolongar la vida de pareja con respiración asistida, cuando está ya ha dejado de utilizar sus pulmones hace tiempo; o de tirar la toalla y denegarle una segunda oportunidad, están en una mala concepción, no solo de lo que es una pareja sino de lo que es el amor y el sexo. Hay muchas formas de amor, y por lo tanto de parejas, y hay que elegir, e incluso construir, la que más se ajuste a nuestros deseos. Lo que sí se podría apuntar a favor del sexo es que éste es menos hipócrita y le cuesta esbozar sonrisas o mirar para otro lado cuando la cosa no va bien.

Luchar a brazo partido por la convivencia y olvidar dejar algo de energía para el sexo, por eso de que éste es algo instintivo, es, seguramente, el mayor error de la mayoría de las parejas, siendo una necesidad en muchos casos el conciliar la vida laboral, familiar y sexual.

El sexo puede ser una de las experiencias más satisfactorias a la hora de conectar con tu pareja, lo que a su vez conlleva que, en algún momento, pueda ser también el motivo de conflicto principal en la misma.

Las diferencias existentes entre los miembros de una relación producen todo tipo de consecuencias que pueden provocar distancia, monotonía, frialdad o desajustes en las relaciones sexuales y afectivas en la pareja. Es hora de desmitificar que “el amor todo lo puede”, porque no, el amor por sí mismo no basta si este no va acompañado de esfuerzo, mimo y cuidado mutuo para ir afrontando los cambios que toda relación conlleva.

¿La parte positiva? La sexualidad es un proceso dinámico que se aprende, por tanto, también se desaprende y desde Corporal Control estamos encantados de acompañaros en el (re)descubrimiento de vuestra pasión en pareja.

Marta Torres

Psicóloga, Sexóloga y Terapeuta de Pareja

Cristina Salar

Doctora en Fisioterapia y Psicología. Especialista en Sexología.

 

La continencia también se educa

La continencia también se educa

Unos 500.000 niños se ven afectados por la enuresis (pérdida incontrolada de orina durante el sueño), problema que puede darse hasta en adolescentes y adultos y que puede causar en los pacientes «déficit de atención», «bajo rendimiento escolar» y «dificultad para dormir».

Para que se considere enuresis una enfermedad debe producirse en niños de a partir de 5 años de edad y deben orinarse por lo menos durante cuatro veces al mes durante tres meses consecutivos, aunque es cierto que tras la continencia diurna, debería darse la nocturna en un tiempo próximo.

Se trata de un problema médico común en la niñez, ya que aproximadamente entre el 5 y el 10 % de los niños de 7 años mojan sus camas regularmente, un problema que puede persistir en la adolescencia y la edad adulta.

Las causas de esta patología son múltiples: pueden producir más orina de lo normal por la noche, puede ser que el tamaño de la vejiga sea menor al que corresponde por edad, puede deberse a una falta de control, propiocepción y tono de su suelo pélvico  o por causas psicológicas…

En menos del 10 % la causa es psicológica, mientras en más del 90 % la causa es puramente médica y además muy fácil de corregir, previa realización del estudio y tratamiento adecuado, pudiendo prevenir y/o tratar los más de  500.000 niños que padecen esta enfermedad en España.

Porque muchas veces los padres no saben  cómo realizar la «retirada de pañales» y esto influye en la futura continencia tanto diurna como nocturna.

Pero… ¿cuándo es el momento de retirar el pañal?

Quitar los pañales no sólo depende de la edad sino también de su nivel de desarrollo psicomotor. La mayoría de los niños suelen conseguirlo alrededor de los 2 años pero hay niños que tardan más y no por eso significa que tengan algún problema.

No te presiones con el momento exacto, el niño ha de estar preparado y que la elección del momento no dependa solo de su edad o la llegada del calor…

Tenemos que enseñar a nuestro hijo a que reconozca las distintas partes de su cuerpo y lo que ocurre con ellas.

Por eso hay que familiarizarse con los términos de pipí, caca, vater, orinal.  Le ayudaremos a tener consciencia de sus necesidades, a identificar si tiene ganas de  ir al baño. Cuando veamos señales claras debemos preguntarle “¿Te estás haciendo pipi?, ¿Quieres hacer caca?”.

Es importante también enseñarles la diferencia entre estar limpio y seco, o sucio y mojado y, por supuesto, nunca reñirle si se ha hecho pipi/caca y no han avisado o lo han detectado. Para que un niño sepa lo que es «estar mojado» tienen que haberlo experimentado previamente sin desaprobación por parte de sus padres para que poco a poco sean capaces de «escuchar» las señales de su cuerpo.

¿Cómo podemos ayudarle?

Ve con tu hijo a comprar un orinal y si rechaza  el orinal poner  un adaptador al water…igual prefieren «ser como los mayores» y  no usar  un dispositivo diferente.

– Aprovechad las ocasiones en las que los papas (o hermanos) van al baño para que os vean y repitan patrones, porque para ellos es más agradable hacerlo en el pañal y que sus papás lo cambien, que sentarse en el orinal o en el water.

– Intentad que el niño se siente en el orinal sin pañales y sin prisa, y cuando  ocurra  mostrad alegría y satisfacción y no comentarios como «uf  que  caca más grande, huele a  caca, qué  mal huele…»

– Debemos enseñar a nuestros niños a “escuchar” las señales de su cuerpo,  preguntándoles y  premiando  cuando  lo detectan, nunca castigando o rechazando la no identificación.

– Es muy importante reforzar los pequeños logros que vayamos obteniendo: «Ya eres muy mayor», «Lo haces tan bien como lo hace mamá/papá/hermano», «¡Lo has hecho tú solito!». Incluso se puede realizar un mural con los logros cada vez que va al baño para hacer pipí o caca, poniendo solecitos y montañas…. cuando su pañal está seco y son capaces de ir o avisar de su deseo de ir al baño.

– Siéntale siempre a las mismas horas en el orinal, preferiblemente después de las comidas, y no más de 10 minutos si no desea continuar. Llévale al baño con frecuencia, sobre todo al principio. Aprovechar cuando se despiertan o se levantan de la cama para ponerlos en el orinal/water ya que por el cambio de postura posiblemente la micción o defecación se den.

– Cuando tenga “un accidente” pondremos cara de desaprobación, pero no de enfado, ni debe haber ni gritos ni castigo… Debemos hacerle entender dónde se hace el pipi o caca y que participen en quitarse la ropa o incluso dejarla en la lavadora… haciéndolos responsables y partícipes de la tarea y conscientes de que ha estado mal, explicándoles cómo se hace bien.

Lo más importante en todo este proceso es tener PACIENCIA, celebrar todos y cada uno de los pequeños avances y NUNCA reñirles, castigarles o avergonzarles por los pequeños accidentes que, sin duda, tendrá.

¿Y cómo podemos ayudarle a tener mayor control de la micción/defecación y de su suelo pélvico?

Es frecuente que nuestros peques no se sienten solitos o comiencen a andar a la «edad que se supone tendrían que hacerlo» y como padres dedicamos tiempo a ponerlos en estas posturas y facilitar dichos logros…

Entonces…¿por qué cuando un niño no es capaz de tener control sobre su continencia o no alcanzan el control de esfínteres en los «tiempos estandarizados» no se trabaja y se estimula el control del suelo pélvico…?

Como hemos explicado sólo un 10% de los problemas de incontinencia son debidos a causas emocionales… por lo que una buena educación unida al trabajo del suelo pélvico de mano de fisioterapeutas especializados pueden ayudar a realizar una «retirada de pañales» de una forma eficaz, un control de la micción y de la defecación de una forma sana y consciente, y una prevención y tratamiento de la incontinencia diurna y nocturna.

Cristina Salar Andreu

Doctora en Fisioterapia

Especialista en Suelo Pelvico y Pediatría