por admin | Oct 30, 2017 | Hombre, Mujer, Embarazo y parto, Deporte, Pediatría

Se denomina suelo pélvico al conjunto de estructuras y de músculos que cierran la parte inferior de nuestra pelvis y que tiene las funciones de sostén, continencia, sexual y reproductiva.
Para que estas cuatro funciones se desarrollen de manera correcta es muy importante que mantengamos en forma nuestro suelo pélvico y evitemos en la medida de lo posible los factores de riesgo y las prácticas que lo debilitan.
Las causas del debilitamiento del suelo pélvico incluyen factores como:
- la menopausia
- el embarazo, parto, y postparto
- el estreñimiento crónico
- la tos crónica
- sobrepeso y obesidad
- levantar o arrastrar peso
- malas posturas prolongadas
- ejercicio hiperpresivo o de alto impacto
- la ropa ajustada
- componente genético
Pero ¿cómo podemos evitar la debilidad de nuestro suelo pélvico?
En primer lugar reforzando la musculatura a través de técnicas de fisioterapia, ejercicio físico y/o dispositivos diseñados para este fin como bolas chinas, conos vaginales, electroestimulación, biofeedback…siempre guiado y aconsejado por tu fisioterapeuta especialista en suelo pélvico y tras la valoración del mismo.
Además el ejercicio físico nos ayudará a trabajar la cincha abdominal. El músculo transverso del abdomen es el aliado perfecto para nuestro suelo pélvico, colaborando al contrarrestar el debilitamiento del suelo pélvico.
La técnica correcta a la hora de ir al WC nos hará no someter al suelo pélvico a esfuerzos. Adoptando la postura correcta y soltando el aire de la forma adecuada podremos evacuar sin dañar nuestro suelo pélvico.
De vital importancia también es llevar una alimentación adecuada que evite el sobrepeso y el estiramiento.
El ejercicio físico es importante, pero este también debe ser adecuado y ante patología de suelo pélvico o riesgo de padecerla (postparto, menopausia, etc…) es necesario realizar un programa de ejercicio específico para el trabajo del CORE y de la musculatura del suelo pélvico, así como realizar actividades que no sometan al periné a impactos ni a hiperpresiones.
El trabajo respiratorio también es importante a la hora de prevenir las afecciones como el asma, bronquitis, etc…que producirán continuos estornudos y/o tos, que aumentarán la presión y desplazarán el contenido abdominal hacia nuestro suelo pélvico. Una buena liberación del diafragma y una buena técnica respiratoria, prevendrá lesiones de la esfera pélvica, mejorará nuestro rendimiento deportivo y nuestra calidad de vida.
Por último, la corrección postural es muy importante en nuestro día a día, desde como sentarnos y levantarnos, hasta como levantar peso o estar sentados en la oficina…evitando así la presión y lesión de nuestro suelo pélvico.
Porque la prevención viene determinada por el cuidado y la valoración…cuida tu suelo pélvico antes de que sea tarde.
Cristina Salar
Doctora en Fisioterapia
Especialista en Suelo Pélvico y Fisiosexología
por admin | Oct 28, 2017 | Hombre, Mujer, Embarazo y parto, Deporte, Uncategorized
El suelo pélvico es el conjunto de estructuras que se localizan en la parte inferior de nuestra pelvis y que principalmente desarrollan una función sexual, así como de sostén y continencia.
En el caso de las mujeres, estas estructuras se ven sometidas a numerosas situaciones que pueden conducir a que su musculatura se debilite como consecuencia del aumento de peso durante los embarazos, los efectos derivados de los partos, la menopausia con su déficit de estrógenos, la creciente tendencia a practicar deportes que implican un continuo impacto sobre dicha musculatura como ocurre en el running o el pádel, el estreñimiento crónico y el sobrepeso.
Además de todos estos factores, el hecho de mantener una mala postura hará que estas estructuras se debiliten con mayor facilidad.
En concreto, aquellas personas que al ponerse de pie adoptan una postura caracterizada por “barriguita prominente” y “culo hacia arriba” como consecuencia de la debilidad de la pared abdominal y de una hiperlordosis, van a ocasionar que el peso de las vísceras pélvicas no caiga en el punto central del periné (núcleo fibroso central) sino que caerá sobre la parte anterior del suelo pélvico.
La musculatura de la parte anterior del periné al estar sometida de forma continua al peso visceral entrará en fatiga debilitándose. Al tiempo que esta musculatura se debilita, otras estructuras como las fascias y los ligamentos de la pelvis deberán entran en tensión con el objetivo de mantener la estabilidad de la zona.
Por un lado el debilitamiento de la musculatura dará lugar a posibles prolapsos, incontinencias y alteraciones sexuales, todo lo cual se puede ver agravado por un aumento de la tensión las fascias y ligamentos que acabarán ocasionando un cuadro de dolor miofascial o dolor crónico del suelo del suelo pélvico.
Por lo tanto, para evitar todos estos problemas, es necesario mantener en forma nuestro suelo pélvico, así como cuidar nuestra postura evitando que las estructuras relacionadas con el suelo pélvico como son el diafragma, los músculos abdominales y la zona lumbar, sufran alteraciones que puedan ocasionar alteraciones funcionales del suelo pélvico.
En aquello casos en los que se produzca un debilitamiento de la musculatura del suelo pélvico será necesario llevar a cabo ejercicios que tonifiquen esta musculatura introduciendo progresivamente el peso visceral sobre ellos (desde tumbado a de pie), potenciación del músculo transverso del abdomen por su relación directa con la fascia pélvica, cuidados alimenticios que eviten el estreñimiento y el sobrepeso, y mantener una correcta postura corporal.
Porque como dijo Joseph Pilates “los hábitos incorrectos en el día a día son los responsables de la mayoría de las dolencias que sufrimos”.
Controla tu cuerpo, olvida tus límites.
Cristina Orts
Doctora en Fisioterapia
Experta en Suelo Pélvico y Postura
por admin | Oct 14, 2017 | Hombre, Mujer, Deporte, Uncategorized

Las principales patologías del suelo pélvico suelen ser causadas por un exceso o falta de tono, coincidiendo en ambos casos con una falta de propiocepción del suelo pélvico por parte de nuestros pacientes.
Pero ¿cómo puede ayudar la práctica de yoga a nuestro suelo pélvico?
El suelo pélvico en Yoga se trabaja fundamentalmente a través de la toma de conciencia, la activación y la relajación. La práctica de yoga, a través de las posturas (asanas), de los ejercicios respiratorios (pranayama) y de los cierres energéticos (bandhas) despierta de manera natural la conciencia de nuestro suelo pélvico.
Las ASANAS son las posturas físicas que se practican en yoga, siendo necesario para ellas la estructuración, alineación, control y activación de las estructuras musculoesqueléticas, activación de todas las cadenas musculares y la toma de conciencia del suelo pélvico.
Los PRANAYAMAS son los ejercicios respiratorios que toman conciencia de nuestra inspiración y espiración, teniendo en cuenta el diafragma respiratorio y en consecuencia, el diafragma pélvico.
Los BANDHAS se sitúan en los diafragmas pélvico, abdominal y vocal, siendo los cierres energéticos. El Mula Bandha es uno de los principales bandas y se sitúa en el suelo pélvico. La activación de este bandha nos ayudará al control de la musculatura del suelo pélvico, tanto en la activación o tonificación como en la relajación, siendo necesario para prevenir y tratar las disfunciones de la espera pélvica.
Tanto en las asanas, como en las pranayamas, está presente el Mula Bandha por lo que la práctica de Yoga nos dará un nivel de conciencia mayor de nuestro suelo pélvico desde la activación y/o relajación.
Así la práctica de Yoga es una disciplina ideal, como complemento de la terapia o como medida de prevención, para tener una buena propiocepción y tono de toda la musculatura de nuestro suelo pélvico y CORE.
Cristina Salar
Doctora en Fisioterapia
Especialista en Suelo Pélvico y Yoga Terapéutico